Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque
- 22.01.2022
- 85
Esta historia empieza con un falso abogado, falso agente de la DEA, falso contador y falso agente del servicio de inteligencia argentino. Pero ese es solo el comienzo. Resulta que este falso todo tiene contactos muy reales y muy valiosos en la justicia, el aparato de inteligencia local e internacional y los principales medios de comunicación del país. Y que el falso todo usa esos contactos, y la información que esos contactos le proveen, para ejercer su oficio de extorsionador y traficante de influencias. A la cuarta, quinta extorsión alguien lo graba alardeando de su amistad con un conocido influyente periodista y reuniéndose con un poderoso fiscal en pleno veraneo. Desenmascarado, el falso todo se monta en la grieta y se declara una víctima del kirchnerismo. Y el coro de fiscales, jueces, legisladores, periodistas, la exministra de Seguridad y luminarias varias que trataban con el falso todo cantan la misma canción, pero por las dudas dejan de atenderle el teléfono.Este libro es una gran historia contada por una periodista que tuvo un acceso privilegiado al juez, al expediente y al juzgado de Dolores y que usó ese privilegio para desandar una trama de suspenso que nada tiene que envidiarle a las mejores novelas del género. Una historia tan falsa como verdadera, tan argenta como universal. Un falso todo (Marcelo D Alessio), de vínculo verdadero con un periodista (Daniel Santoro) y un fiscal (Carlos Stornelli). Un juez (Alejo Ramos Padilla) que los investiga. Una grieta. Un Poder Judicial partido en dos. Un presidente (Mauricio Macri) que quiere frenar la investigación. Una red de espionaje al descubierto. Mentiras verdaderas, jugarretas baratas, movidas de alta política, fallos a medida, presiones, amenazas, vértigo y traición. Una novela de no ficción que está pasando ahora, en Argentina, que atraviesa nuestras vidas y nos obliga a optar entre ver o no ver lo que no queremos aceptar. (Del prólogo de Santiago O Donnell)