Читать книгу Cuidando al Cuidador. Herramientas de psicoterapia humanista para enfermeros онлайн
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De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI y su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), [...] el promedio de enfermeras y enfermeros por cada 1,000 habitantes es de 3.9, [...]México continúa por debajo del mínimo que establece la Organización Panamericana para la Salud, que recomienda que haya entre cinco y seis enfermeras por cada 1 000 habitantes (Toche, 2016:1).
El trabajo de enfermería es difícil, estresante y delicado. Es enfrentarse cotidianamente con el dolor humano, con la vida y la muerte. Sus responsabilidades son altas y se ven sometidos a niveles considerables de estrés.
El personal de enfermería ejerce una profesión que favorece las condiciones para el desarrollo del estrés ocupacional y la formación del desgaste profesional o síndrome de Burnout (Arita y Arauz, 1999; Boyle, Grap y Younger, 1991, Carmona, Sanz y Marín, 2001, 2002; Chacón, 1995; Chacón y Grau, 1997, 2003; García, 1991; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1996; Grau y Chacón, 1998, 1999; Melchior, Van den Berg, Halfens et al., 1997; Organización Mundial de la Salud, 1995; Pérez, 2001). Entre los estresores más importantes se ubican los siguientes: sobrecarga cuantitativa de trabajo, dificultades con otros miembros del personal, problemas sindicales, tratamiento en condiciones críticas de enfermedad, casos sin esperanza o difíciles, subutilización de habilidades, ambigüedad acerca del futuro, falta de autonomía y tiempo, escasez de recursos y bajos salarios. Otros factores estresantes son el sistema de turnos, las relaciones con los médicos, la imposibilidad de elegir a las compañeras de trabajo, la falta de reconocimiento, las fluctuaciones en la cantidad de trabajo, la desorganización de la institución y conflictos con la autoridad. Hay estudios (Lara, Acevedo y López, 1996) que reportan una tendencia considerable de las enfermeras a evadir las demandas emocionales de los pacientes al comparárseles con las maestras y las trabajadoras sociales. Quienes reportan mayor satisfacción en el trabajo tienen las siguientes características: consideran su labor como menos rutinaria, perciben posibilidades de promoción, son de mayor edad, opinan que hay una distribución equitativa de recompensas y no creen estar sobrecargadas de trabajo (Lara, Acevedo y López, 1996).