Читать книгу Ya no me duele онлайн
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A veces, mirando las rejas, pienso en cómo todo pudo cambiar tanto. No siempre fui así. Yo era diferente. Tenía fuerza, tenía un futuro. Pero todo eso desapareció. Mi vida se desmoronó en pedazos después de aquella noche.
Eran cuatro. Cuatro monstruos que me arrebataron todo. No solo destrozaron mi cuerpo, sino también mi mente. Me quitaron todo lo que sabía sobre mí misma, sobre el mundo. Desde entonces ya no vivo. Solo existo, atrapada en este lugar con el alma hecha pedazos.
Tú me tendiste la mano. Al principio, pensé que era mi salvación. Pero ahora lo dudo. ¿Quieres ayudarme o simplemente convertirme en un bonito juguete para satisfacer tus deseos? Ya no creo en la bondad. Todo en este lugar está impregnado de miedo, mentiras y dolor. Tú no eres la excepción.
Cada día aquí es igual al anterior. Lo único que cambia soy yo. Dentro de mí ocurre algo inexplicable. Lentamente, pero con certeza, me acerco al borde.
Mi vida es como el día de la marmota. Ya estoy harta de la monotonía. O tal vez sea solo un efecto secundario de las pastillas. Probablemente ambas cosas. Aquí muchos se niegan a tomarlas, y los obligan a beberlas a la fuerza. O les ponen inyecciones. Yo nunca discuto, simplemente las tomo y ya está. En esas pastillas, al final, hay un propósito. Hacen lo que ni las personas ni el tiempo pudieron hacer: rompieron esos hilos finos que conectaban mi mente con mis emociones. Ahora, como dos seres distintos, flotan en una oscuridad absoluta, sin poder encontrarse. Y yo con ellos. Lentamente, sin luchar, sin deseos de resistir, me hundo en el fondo de este vacío.