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Resultan preocupantes las cifras relativas a sentencias por delitos de lesiones, que prácticamente triplican en 2019 las correspondientes al año 2015.
En relación a los delitos contra el patrimonio, la estadística elaborada pone de manifiesto que, por lo que respecta al delito de hurto, la baja cifra del año 2015, con un total de 996 sentencias condenatorias y la gran diferencia respecto al año 2016 con 2623, obedece a la reforma del Código Penal por Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, en la que se consolidó la desaparición de nuestro sistema penal de las faltas, con la aparición de la categoría denominada delitos leves. Una vez que se produce el ajuste que tal reforma requiere, se observa que las sentencias condenatorias por delitos de hurto guardan cierta estabilidad, en consonancia con lo ya reseñado en el análisis de las diligencias preliminares incoadas en las Fiscalías de Menores por estos hechos.
Respecto al robo con violencia o intimidación, cuyo incremento cuantitativo y cualitativo preocupaba en el análisis de datos realizado en el epígrafe anterior, no parece corresponderse con el número de sentencias condenatorias, donde las cifras no sufren notables incrementos, sobre todo si nos centramos en el año 2019. Habrá que esperar a las cifras del año 2020 para ver si la tendencia señalada por la Fiscalía General del Estado se consolida.