Читать книгу Instituciones y personas que actuaron como puente de enlace entre Navarra y la Monarquía hispánica (siglos XVI a XIX) онлайн
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A partir de la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla en 1515 como reino separado se inició una nueva etapa de la historia del reino navarro. De ser un reino independiente pasó a integrarse en una entidad política superior en la que era la excepción. El modelo constitucional castellano, de corte centralista, denominado de reinos unidos, no había contemplado hasta ese momento ninguna excepción. Todo territorio que se incorporaba a la Corona de Castilla pasaba a compartir no sólo la persona de un mismo rey, sino además unas mismas instituciones y un mismo derecho.
Las peculiares características de la conquista de Navarra en 1512 y el compromiso asumido por Fernando el Católico, en el sentido de mantener los fueros o régimen propio, respetando la condición de reino del territorio navarro, determinaron que Navarra fuese el único territorio de la Corona castellana que mantenía unas instituciones y un derecho propio, a pesar de su incorporación a una corona de reinos unidos.
Esta realidad, lógicamente, era muchas veces incomprendida desde la corte y siempre resultaba molesta cuando se dictaba alguna disposición de aplicación general que las Cortes navarras o su Diputación podían “rechazar” por ser contraria a su régimen, declarando el correspondiente contrafuero.