Читать книгу Violencia sexual. Análisis, Tipologías y diferentes perfiles онлайн
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Quinsey (1990) ha descrito las numerosas formas que puede tener el comportamiento sádico sexual y resalta que la mayoría de las personas que cumplen los criterios para el sadismo sexual nunca han hecho daño físico a nadie.
Tanto la excitación sexual desviada como las fantasías sexuales desviadas parecen subyacer al desarrollo y mantenimiento del sadismo sexual. En alguno de los primeros estudios con falometría, Abel, Becker, Blanchard y Djenderedjan (1997) observaron que los sádicos sexuales, en comparación con violadores no sádicos, presentaban cambios desproporcionados en el pene al escuchar descripciones de violaciones.
MacCulloch y otros (1983), estudian la relación entre fantasías sexuales desviadas y conductas desviadas, argumentando que a medida que las fantasías se desarrollan y ya no generan suficiente excitación sexual por sí solas, el delincuente empieza a “ensayar” siguiendo a una persona por la calle, finge un tropiezo para tocarla….
Luego incorpora elementos de “ensayo” en las fantasías que utiliza para masturbarse, de este modo se forma un círculo vicioso de delincuencia cada vez más extrema.