Читать книгу Un viaje en el tiempo онлайн

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¿Cómo sería volar como un pájaro en el espacio exterior sin la ayuda de una nave espacial? ¿Sin un cable que te enganche a la nave nodriza? ¿Sin un traje espacial? Bueno, quizá sea un poco exagerado, pero en este día de 1984, un capitán de la Marina Bruce McCandless, se convirtió en el primer hombre que voló en el espacio sin la ayuda de una nave espacial, o siquiera un cable de conexión. Fue el primero en caminar fuera de nuestro planeta sin nada más que una mochila cohete.

Qué vistas tan gloriosas debió haber visto: la Tierra como una gigantesca canica azul suspendida en el espacio como si estuviera inmóvil. Ser capaz de moverse sin esfuerzo por encima de este globo terráqueo tan grande debe haber sido emocionante. Peligroso, pero estimulante. Dentro del traje espacial del capitán McCandless había un clima preparado para el cuerpo humano hasta el último detalle. Se mantenía la presión de aire adecuada para que el vacío del espacio fuera del traje no hiciera explotar su cuerpo. La temperatura se ajustaba constantemente para mantener su cuerpo fresco cuando el sol le daba directamente durante su paseo espacial, y para evitar que muriera congelado en las gélidas temperaturas de 200 grados bajo cero y más. Todos esperaban que no hubiera miniasteroides en la zona que pudieran perforar su traje espacial y provocar fugas en el ecosistema interno. Y, por supuesto, el traje estaba provisto de todo tipo de equipamiento, incluida una mochila cohete para propulsarse y dispositivos de seguridad en caso de separarse de la nave nodriza.

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