Читать книгу Los animales nos enseñan…. 183 meditaciones para niños pequeños онлайн

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En ese momento, la maestra colocó al animalito en el sue­lo del terrario y este se escondió con rapidez.

–¿Vieron cómo avanzó? –preguntó la señorita Anita–. ¡Esto es un gran ejemplo de rapidez! Así de rápidos debemos ser nosotros para hablarles a otros niños de Jesús. Debemos dejar de lado nues­tra pena o flojera, y decirles a todas las personas que Jesús las ama y que vendrá muy pronto para llevarnos con él. ¿Quieren ser como el ciempiés, que camina rápido, para llevar a otros el mensaje de Jesús?

–¡Sí! –dijeron los niños.

Oremos:


Un escudo sorprendente

Tu Biblia dice:

¡Hoy vamos a jugar! Si tienes un escudo, colócalo en tu brazo; si no, pídele a tu mami que te preste la tapa de una cacerola. Tu mami te aventará una pelotita en alguna parte de tu cuerpo y tú tratarás de que no te pegue, cubriéndote con el escudo. Por cada vez que esquives la pelota, ganarás un punto; pero si la pelotita te pega en alguna parte del cuerpo, los perderás.

¿Te imaginas cómo sería tener un doble escudo para defenderte? ¡Qué magnífico! Hoy te hablaré del armadillo. Se caracteriza por tener una armadura formada por dos grandes escudos que se unen en la parte central de su dorso, en don­de se encuentran nueve bandas. Cuando este mamífero se siente en peligro, se enrolla en forma de bolita para protegerse de la amenaza, y en la superficie quedan sus dos escudos protectores.

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