Читать книгу Más allá del ayer. Misioneros en África para Jesús онлайн

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Para algunos de ellos, el deseo se convertiría en el desafío de sus vidas. Cada vez que se aproximaba el final del año de estudios, la dirección del seminario ofrecía a los alumnos dos alternativas: un llamado como pastor asistente en una iglesia en Alemania o tareas en algún campo misionero.

Los dos primeros que eligieron un llamado al extranjero fueron los antes mencionados Flammer y Helbig, quienes viajaron a Liberia en la primavera de 1927. Los informes que enviaban eran alentadores. Sin embargo, se podía leer entre líneas que la tarea encomendada era casi imposible de abarcar. Los líderes de la Iglesia se convencieron muy pronto de que hacían falta más manos. Al aproximarse el fin de los estudios, el director Schubert hizo llamar al seminarista Karl, de 23 años, a su oficina. El joven se preocupó, y no poco: una cita con el director siempre tenía una connotación especial. Karl, quien admiraba al director, no podía imaginarse que aquella charla derivaría en el cumplimiento de sus deseos más profundos.

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