Читать книгу Un mensaje de @Dios para ti. Lecturas devocionales para jóvenes онлайн
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Las vacaciones familiares habían terminado y ahora regresábamos a casa. Tomamos un autobús en Santa Marta que nos llevó a Barranquilla. Allí tomamos el bus hacia Cartagena mientras el sol se ocultaba, pintando el cielo de arreboles. Como era un trayecto largo, el conductor detuvo el vehículo para que los que quisieran se estiraran un poco. Entonces, dos hombres salieron de entre los matorrales cercanos y subieron al autobús. Yo cargaba a mi hija mayor de tres años, y mi esposa llevaba en su regazo a nuestra hija de dos años. De repente aquellos hombres dispararon hacia arriba y gritaron:
—¡Esto es un asalto! Agachen las cabezas, y comiencen a entregar el dinero. Si se levantan, se mueren —dijeron.
Obligaron al conductor a desviar el autobús. Afuera se escuchaba el ruido de las ramas quebrándose al paso del intruso metálico y adentro, el agitado respirar de cuarenta y cinco almas presas del pánico. El vehículo se detuvo y subieron cuatro hombres más. Oré: «Dios, pongo en tus manos a mi familia».