Читать книгу Ni una boda más онлайн

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Violet rodeó la pared que separaba el frente de la pastelería de la cocina. Encontró dos bandejas gigantes de cupcakes con masa color rosa, amarillo y café. De repente, se le antojó un helado napolitano.

Al abrir la enorme puerta del horno el calor le golpeó el rostro. ¡Guau! Apuesto a que este lujoso equipo prácticamente hornea solito los cupcakes.

Su teléfono pitó mientras metía la segunda bandeja. Violet lo sacó vibrando de su bolsillo y como se trataba de su compañera de habitación de la universidad que había sido la responsable de su primera vez como dama de honor, respondió.

–¿Hola?

–Oh, cariño –la saludó Leah–. ¿Cómo estás?

Mierda. Debería haber sabido que no debía responder. Todo lo que esa conversación iba a hacer era recordarle exactamente qué día era.

–Estoy bien. Estoy con mi hermana y…

–Tu boda habría sido mucho más elegante. El vestido de la novia hace que los invitados se sientan totalmente incómodos. Un solo movimiento de la chica y se le escapa un pezón, yo estoy a punto de hacer el jueguito pasivo agresivo de “Rock Your Body” para revivir cuando Justin Timberlake le arrancó el top a Janet Jackson y dijo que fue un problema de vestuario. Amanda y yo te enviamos fotos por el chat del grupo para que lo veas por ti misma.

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