Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

518 страница из 1361

—¿Quiénes son los magos?

—El mismo Oz es el Gran Mago —manifestó la Bruja en voz mucho más baja—. Es más poderoso que todos los demás juntos, y vive en la Ciudad Esmeralda.

Dorothy iba a hacer otra pregunta; pero en ese momento los Munchkins, que habían escuchado en silencio, lanzaron un grito agudo y señalaron hacia la esquina de la casa bajo la cual yacía la Bruja del Oriente.

—¿Qué pasa? —preguntó la ancianita, y al mirar rompió a reír. Los pies de la Bruja muerta habían desaparecido por completo y no quedaban más que los zapatos de plata—. Era tan vieja que el sol la redujo a polvo. Así termina ella, pero los zapatos son tuyos y te los daré para que los uses.

Recogió los zapatos y, luego de quitarles el polvo, se los entregó a Dorothy.

—La Bruja del Oriente estaba orgullosa de esos zapatos plateados —comentó uno de los Munchkins—, y creo que tienen algo mágico, aunque nunca supimos cuál era su magia.

Dorothy los llevó al interior de la casa y los puso sobre la mesa. Cuando volvió a salir, dijo:

Правообладателям