Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

652 страница из 1361

—Oz fue siempre nuestro amigo —se decían uno a otro—. Cuando estuvo aquí construyó para nosotros esta maravillosa Ciudad Esmeralda, y ahora que se ha ido nos dejó al Sabio Espantapájaros para que nos gobierne.

Así y todo, durante mucho tiempo lamentaron la pérdida del Gran Mago y nada podía consolarlos.

CAPÍTULO 18

EN VIAJE AL SUR

Dorothy lloró amargamente al desvanecerse sus esperanzas de regresar a su hogar, mas cuando pudo pensarlo con calma se alegró de no haberse ido en el globo, y ella, tanto como sus compañeros, lamentó perder a Oz.

—En verdad sería un ingrato si no llorara al hombre que me dio este hermoso corazón que tengo —le dijo el Leñador—. Quisiera llorar un poco la pérdida de Oz, si es que me haces tú el favor de enjugarme las lágrimas para que no me oxide.

—Con gusto —respondió ella, y fue a buscar una toalla.

El Leñador lloró durante varios minutos mientras ella observaba sus lágrimas con gran atención y se las secaba. Cuando él hubo terminado, le dio las gracias y se aceitó minuciosamente con su enjoyada aceitera a fin de no correr riesgos.

Правообладателям