Читать книгу Gladys Liliana Rodríguez. Gladiadora Xeneize (1989/1998) онлайн

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No se puede hacer historia si el historiador o la historiadora, o sus colaboradores o colaboradoras, no llegan a establecer algún tipo de contacto con la mente de aquellos sujetos sobre los cuales escriben23. Por eso en las tantas reuniones que mantuvimos con Gladys Liliana Rodríguez, fuimos como viajando en el tiempo y nos situábamos allá en la década del ‘90, más precisamente entre 1989 y principios del año 1998. Primero para fines de los ochenta, con el Plan Primavera, luego con el Plan Austral, luego con la década menemista, políticas neoliberales en la Argentina, pero el balón seguía rodando, el balón es tan noble que no le interesa eso llamado “política” con lo que los humanos se fanatizan. Estos puntos son importantes para entender las coyunturas vividas por Gladys Liliana Rodríguez, a la hora de ir a entrenar, de comprar sus alimentos, etc. Para poder hacer su historia deportiva.

Al hacer este tipo de acercamiento llegamos a la conclusión de que es imposible hacer una historia objetiva, dado que siempre se hace historia con un cristal analítico del presente para interpretar el pasado. Pues la autora o el autor o investigador o investigadora es un sujeto (mujer u hombre) de su época, fue educado con cierto tipo de valores, con cierto tipo de subjetividad, con ciertas pautas de convivencia que luego tiene que interpretar con esos cristales y ordena así los hechos del pasado para ser vertidos en un libro del presente. En este cristal también entra la masculinidad que atraviesa en el caso de los hombres que hacen historia, o escriben sobre historia, dado que eso determina desde qué punto de vista y marco conceptual el sujeto “hombre” escribe al respecto.

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