Читать книгу Dragonomics: integración política y económica entre China y América Latina онлайн
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Las clasificaciones contenidas en la tabla I.5 sirven para detectar fácilmente cuánto cayeron las instituciones en Argentina, definidas en términos generales, durante el auge en China en los años 2003-2013. En este respecto, Brasil salió marginalmente mejor librado del auge. De hecho, China, país que deplora el uso de estos indicadores y que ha solicitado reiteradamente ser eliminado de estas bases de datos, empata con las bajas clasificaciones correspondientes a Argentina y Brasil respecto a temas cruciales como calidad regulatoria, Estado de derecho, y percepciones sobre corrupción (2014). Al mismo tiempo, en clasificaciones sobre competitividad en general, China se ubica en el puesto 27, mientras que Argentina y Brasil ocupan los puestos 92 y 80, respectivamente. Ello sugiere un escenario en China en el cual, pese a comportamientos caracterizados por la avidez de rentas y la corrupción, instituciones favorecedoras de los productores funcionan en un grado tal que el crecimiento económico no se ha visto significativamente desalentado. Yuen Yuen Ang describe el entorno más amplio que ha facilitado una clasificación más alta de la competitividad en China: «Fue [...] la disposición de Pekín a permitir y dirigir la improvisación a nivel local lo que permitió el dinamismo económico de la nación [...] [E]l país aprovechó el conocimiento y recursos locales, promovió la diversidad, y motivó a las personas a aportar sus ideas y esfuerzos» (Ang, 2018).