Читать книгу Tú comunicas. Los secretos de la comunicación a tu alcance онлайн
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Los objetivos inalcanzables no deberían obsesionarnos.
Ni siquiera para Michael Jordan, en sus tiempos de gloria, colgarse de este aro hubiera sido un objetivo a su alcance.
Ya que estamos en la pista de despegue, vamos a calentar motores con algunas cuestiones que pueden ayudar a definir nuestra hoja de ruta.
Lo que debemos mantener
Somos propietarios de nuestra historia, tenemos un origen, unos valores, una cultura. Puede que necesitemos un cambio radical, pero hay algo a lo que debemos fidelidad. Son nuestras conexiones y sobre ellas se construye el futuro, del mismo modo que la novedad se abre camino mezclando sabiamente lo desconocido con lo redundante. Nada se crea de cero ni mucho menos resulta comprensible si carece de referencias.
Hasta dónde podemos llegar
Y lo que estamos dispuestos a arriesgar. Puede que nuestra meta sea muy ambiciosa y exija cambios de sentido. Estamos acostumbrados a frases hechas del tipo «el límite lo pones tú, si quieres puedes, haz que suceda» (1). Está bien enfrentarse a nuevos y desconocidos retos con valor. ¿Nos lo podemos permitir? ¿Reunimos las condiciones adecuadas? Si es la temeridad lo que nos empuja, estamos en riesgo. Un desplazamiento lateral suele ser imaginativo, pero uno vertical a veces resulta contraproducente, ya hemos intuido en líneas anteriores la distancia entre lo que queremos transmitir y lo que es percibido.