Читать книгу Camino al Armagedón онлайн

14 страница из 127

Cada gobierno tiene que dar a algunas personas autoridad sobre otras para hacer cumplir las leyes que sus gobernantes han legislado o proclamado. Sin autoridad, nuestras sociedades terrenales descenderían a la anarquía. La Biblia reconoce la necesidad de la autoridad. Cuando Dios sacó a los hijos de Israel de Egipto, los organizó en una nación con Moisés como jefe ejecutivo. El suegro de Moisés, Jetro, le aconsejó, además, que organizara al pueblo en grupos de miles, cientos, cincuenta y diez, con un líder sobre cada grupo. Estos líderes tenían la autoridad para juzgar y resolver disputas, y también tenían la opción de referir casos más difíciles a una autoridad superior (Éxo. 18:13-26).

Propongo que las relaciones de autoridad también existen en el Reino de la Luz. Dios el Padre es la autoridad suprema, y el segundo al mando es Miguel, a quien conocemos como Cristo.4 Otros ángeles fueron puestos en autoridad bajo Miguel. El ángel con la autoridad más alta bajo Miguel era uno llamado Lucifer, a quien se le dio autoridad sobre otros ángeles inferiores a él.

Правообладателям