Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Va de Fernandos.

Póo debía de ser modesto y bautizó la isla con la que había topado como Flor Formosa. Y es verdad que era realmente hermosa. Todo selva y el pico Basilé imponente entre las nubes. Más de 3.000 metros. Hasta entonces se había llamado Etulá.

Siglos más tarde ese territorio llevará sin embargo su nombre. Y adquirirá con él estatus provinciano. De provincia hispana. Sí, siendo yo pequeño Fernando Poo era una provincia tan española como podían serlo Tarragona o Guadalajara. Hoy suena raro. Más tarde -García Trevijano mediante- tuvo también el nombre de Isla Macías Nguema Biyogo (y es que Macías, además de un psicótico y un genocida,12 fue también un vanidoso).

El nombre de Macías no duró mucho. Apenas diez años. Después de que lo hubo fusilado, su sobrino cambió el nombre de nuevo y pasó a llamarla Bioko, en honor al rey bubi que en 1899 -a la muerte de Moka- apoyó el golpe de mano de Sas Ebuera para sacar del trono a su hermano Malabo. Los reyes bubis no tendrían castillos, barcos grandes ni licor de almendra amarga, pero sí tantas conspiraciones familiares como los otros.

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