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en el lugar equivocado,

ni ocupar telediarios.

Prefiero esas portadas que nadie quiere leer,

que pasan desapercibidas,

que reciclan algunos,

que envuelven las cosas delicadas,

que no empapan tus lágrimas

en las mudanzas obligadas,

que después alguien estira

y aún les queda otra vida.

Algún día se hablará de mí

y tendré mi marco,

¿por qué no mi estatua?,

que otros derribarán,

que es otra manera de estar de actualidad,

que cuanto más nieva,

más grande será el deshielo,

y con tanta agua se entristecen los alcoholes,

se emborracha menos gente,

les da por pensar,

y es lo que hay que evitar.

Algún día se hablará de mí,

pero no será hoy,

ni mañana.

Tal vez en otra ocasión,

con más público,

sin tanta silla triste

que nadie puede ocupar.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES

No quiero disculparme por hacer

lo que creo que debo,

aunque alargue mi condena,

aunque alimente mi insomnio.

Si tengo que morir contra esa roca,

que sea esa roca,

otra no me vale,

que para sucedáneos,

ya tengo la vida,

que mitiga esas bestias

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