Читать книгу La Señora de todos los Pueblos. El derramamiento universal del Espíritu Santo онлайн

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A medida que fue creciendo, Ida se convirtió en una mujer simple, a quien apreciaban por su amabilidad y modestia, y a los 19 años empezó a trabajar en la oficina de una fábrica de perfumes en Ámsterdam.

Durante largos períodos de su vida soportó grandes pruebas espirituales e instigaciones del demonio. A veces Ida era cruelmente atormentada y su familia participaba de sus sufrimientos. Por ejemplo, cuando el Padre Frehe se preparaba para ir a visitar a la familia Peerdeman, en ese momento, en su casa, Ida empezaba a gritar y a maldecir. De pronto cobraba una fuerza física tan grande que podía levantar hasta un sillón pesado sobre la cabeza y su voz cambiaba de tono completamente.

El Padre Frehe le había aconsejado ignorar lo más posible los ataques del mal, hasta que, al realizar un camino de discernimiento, comprendió que debía hacer un exorcismo. Todos esos años fueron una escuela de lucha espiritual, que preparó a Ida y al P. Frehe para aquel evento de gracia destinado al mundo entero: la venida de la Señora de todos los Pueblos.

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