Читать книгу De la mar. Historia natural de los peces de Chile continental онлайн

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Se caracteriza por su dimorfismo sexual, es decir, que los machos fecundan a la hembra mediante una papila genital. Tienen fecundación interna, algo muy extraño en los peces oseos, y la hembra deposita los huevos fecundados en las rocas. Fabrican una especie de nido y, en una postura, los pejesapos hembras pueden depositar más de 25 mil huevos de una vez. Son astutos, ya que los colocan en grietas donde es muy difícil que algún depredador alcance a llegar para alimentarse [9, 42]. El macho se mantiene cerca de los huevos fecundados y luego de unas tres semanas aparecen las larvas, eclosionan y nadan a favor de las corrientes marinas. En esta etapa las larvas de pejesapo viven en el plancton, el conjunto de organismos pelágicos que se encuentra en suspensión en el agua del mar. Allí, arrastrados por las corrientes, pueden permanecer en promedio unos 76 días (dos meses y medio). Las larvas de pejesapo abundan durante los meses de invierno y primavera, lo que sugiere que hay dos periodos reproductivos altos en el año. Permanecer por bastantes días (más de dos meses, en el caso del pejesapo) sobre las corrientes de aguas marinas trae consigo consecuencias importantes para su población y la de muchos otros peces costeros que tienen una fase larval en el plancton [45-47]. Las larvas pueden conectar con las poblaciones —número de individuos de una misma especie que habita en un lugar determinado— de adultos y juveniles mediante el asentamiento, es decir la llegada desde el plancton a la costa.

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