Читать книгу Cómo ser más inteligente. Hacia una evolución dirigida de nuestro cerebro онлайн

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Las neurociencias y sus descubrimientos de los últimos años han demostrado que la anatomía del cerebro es un componente de base de la inteligencia.

El correlato entre los factores relacionados con la anatomía cerebral y la inteligencia se ha presentado en variaciones en el engrosamiento de la corteza cerebral o en la densidad de conexiones neuronales, entre otras manifestaciones.

Al ser una función activa en la mente, la inteligencia puede desarrollarse y eso mismo sucede con el cerebro.

La neuroplasticidad, es decir, la característica del cerebro de poder mejorar y moldearse, nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida.

En este sentido, un estudio realizado en 1989 sobre una muestra de 307 niños residentes en el barrio de Bethesda, en Washington, Estados Unidos, arrojó conclusiones reveladoras. El trabajo fue encabezado por Judith Rapoport, del Instituto Nacional de Salud Mental de dicho país.

En esa ocasión se tomaron imágenes del cerebro de estos chicos durante su crecimiento. La experiencia se extendió por un período de diecisiete años.

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