Читать книгу La constelación tercermundista. Catolicismo y cultura política en la Argentina 1955-1976 онлайн

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A comienzos de noviembre de 1955, el Partido Demócrata Cristiano autorizó a Manuel Ordóñez y a Rodolfo Martínez (h.) –luego reemplazado por José Allende– a formar parte de la Junta Consultiva Nacional, con la intención de neutralizar en parte el peso de la UFDC. La renuncia de Lonardi pocos días después determinó el alejamiento de dichos representantes de la Junta, mientras que los de la UFDC, Horacio Storni y Enrique Arlotti, se negaron a renunciar.

Otras transformaciones de importancia en la vida de la democracia cristiana complejizaban aún más las tensiones internas entre sus facciones y sus integrantes. En primer término, se había constituido en la Capital una línea de izquierda –representada en la lista verde– que iba ganando adeptos dentro del Humanismo –corriente católica y universitaria– y que se expresaba a través de la revista Comunidad. Reivindicaban el personalismo de Emmanuel Mounier y la economía humana de Louis J. Lebret. Este primer núcleo orgánico de cristianismo de izquierda tuvo un peso limitado dentro del partido, con escasa inserción en el interior del país, pero logró una fuerte irradiación en los sectores juveniles, la Liga Humanista12 y el clero joven. En segundo lugar, el dirigente cordobés Horacio Sueldo, con mucho apoyo en el interior del país, iba gestando lo que luego se conocería como la “línea de apertura”, promoviendo el acercamiento con los peronistas proscriptos (Habegger, 1970; Forni, 1988: 120-144).

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