Читать книгу María Cambrils. El despertar del feminismo socialista (biografía, textos y contextos (1877-1939) онлайн

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Frente a la creciente movilización de las mujeres por las derechas, defendería la necesidad de que las mujeres contasen con una organización específica dentro del movimiento socialista, como eran las Agrupaciones Femeninas Socialistas:

Dentro de las Agrupaciones Femeninas Socialistas caben todas las mujeres anhelosas de la reivindicación de sus derechos. En plena tolerancia y respeto con las individuales creencias religiosas, convivimos las mujeres agrupadas bajo la bandera socialista, sin pugna entre las ateas, materialistas, heterodoxas, teósofas, cristianas, anglicanas y espiritualistas, unidas entre sí por los lazos fraternos de una común aspiración de defensa colectiva de nuestras libertades civiles; ligadas, quiérase o no, al problema económico que ha de resolver el Socialismo, pese a la oposición de los defensores del privilegio de las clases y de las castas de «derecho divino hereditario».ssss1

Complementariamente, para la formación de las mujeres planteó la necesidad de publicar un semanario feminista propio, que recogiese la problemática femenina y las alternativas feministas dadas por las socialistas, y para el que propuso el nombre de La Voz Femenina. Aunque no llegaría a publicarse, María insistiría en enero de 1925 en que al menos El Socialista tuviese una vez al mes un apartado dedicado a cuestiones feministas, una idea que sería apoyada también por otras mujeres socialistas, como Julia Vega Elejalde.ssss1

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