Читать книгу 40 ejercicios para la neurodirección de organizaciones. Entrenamiento cerebral cotidiano para vivir mejor онлайн

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Debe jugarse con la construcción de escenarios posibles y analizar, en teoría, los caminos que serían consecuencia de ellos.

Para el gerente, este camino consume energía física y emocional. Por lo tanto, necesita ejercitarse, y, a la vez, encontrar el goce en esa acción, convocando la adrenalina necesaria para llevar el proyecto adelante.

Esto requiere de un equilibro tal que no implique un trastorno estresante.

Es habitual que se considere el estrés, equivocadamente, como el resultado de la suma de presiones o dificultades.

Frente a esto, muchos directivos se sorprenden ante la reacción de otros colegas que, con una carga mayor de problemas, se encuentran más estables.

El estrés no es en verdad la cuantificación de las complicaciones o temas a atender, sino el modo en que cada sujeto enfrenta esos desafíos.

Es una emoción personalísima. La que el gerente construye a su propio estilo, con la que debe aprender a convivir.

Es el modo en que el cuerpo responde de manera natural frente a una situación que se presume peligrosa (puede tanto serlo como no).

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