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ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA EN EL CONGO ANTES DE LA REFORMA DE 1948
El nacimiento de la escuela occidental en el Congo es consecutivo a la doble evangelización que conoció el país, la primera en el siglo XV y la segunda a finales del XIX. Durante este segundo periodo, la formación oral de carácter rudimentario impartida por misioneros nativos es sustituida, con el tiempo y las necesidades de la iglesia, el estado y la administración pública, por un verdadero sistema escolar. Sin embargo, fue necesario hacer frente a la resistencia de la población indígena contraria a la penetración cultural europea en general y especialmente a la idea de someter a los jóvenes al aprendizaje de lo que denominaban les choses des blancs.15
La tarea de educar a los nativos –secundaria en relación a los intereses de penetración de la Cuenca del Congo–, se dejó en manos de la iglesia, a quien los poderes públicos concedieron el monopolio de la educación otorgándole facilidades y la libertad de organizar escuelas, en la creencia que el cristianismo, y en particular el catolicismo, basado en la autoridad, era capaz de cambiar la mentalidad indígena y de inspirar un espíritu patriótico y de lealtad a Bélgica.16 De esta manera, aprovechando la primera empresa civilizadora y de evangelización, la iglesia fue implantando poco a poco un sistema escolar de enseñanza primaria y post-primaria, cuyo objetivo obedecía a la necesidad de formar en aquellas profesiones de carácter auxiliar. Así aparecen las primeras escuelas de misiones y las colonias escolares. En 1880, los Pères du Saint Esprit fundan en Boma la primera escuela. Siendo de carácter privado, acogía en su mayoría a niños indígenas abandonados por sus padres o rescatados del tráfico de esclavos. Por su parte, el estado comenzará a ordenar estos centros bajo la forma de internado. Los niños en situación de desamparo quedarán bajo su tutela, permitiendo la admisión de aquellos que lo soliciten de manera voluntaria. En realidad, muchos de estos niños eran reclutados por la fuerza contra la voluntad de sus padres, para ser formados en ciertas materias y trabajos de utilidad pública. Los primeros centros que se abrieron tenían el aspecto de una escuela militar. El director de la escuela tenía como adjunto a un sub-oficial de la Force publique, encargado especialmente de la instrucción militar y de la disciplina. En la región de Bas Congo y en el Bandundu actual, los jesuitas, a quienes el estado había confiado el vasto vicariado de Kwango, organizaron a partir de 1895 las fermes chapelles, o agrupaciones de niños bautizados bajo la autoridad de un jefe –casado–, que era a la vez su catequista, su instructor y su director de trabajos. Más tarde, las fermes chapelles, darían paso a las écoles chapelles. En esta época conviven dos líneas de enseñanza: una enseñanza organizada por el estado y una organizada por los misioneros. Los dos sectores están, no obstante, bajo la supervisión de estos últimos.17