Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн

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Podríamos concluir que la riqueza de un país reside en la formación de sus hombres y mujeres, y esta realidad señala la necesidad de unir a las formas tradicionales o congoleñas de iniciación las fortalezas de la escuela moderna, que ha permitido la apertura del individuo a su entorno más cercano y a un mundo cada vez más globalizado. De este modo, la educación ha constituido un factor de desarrollo de estas generaciones, permitiendo el florecimiento en el individuo de aquellas capacidades y aptitudes susceptibles de asegurar su integración social, económica y cultural. Por tanto, en la educación en República Democrática del Congo es necesario destacar el papel que ha jugado la mujer en el proceso de integración nacional, la promoción de la cultura de la paz y de los derechos humanos, porque en caso de conflictos armados son las mujeres las primeras víctimas…41 La mujer congoleña ha desempeñado un papel primordial en la lucha por la promoción de los derechos humanos, la erradicación de la discriminación y el desarrollo de políticas que impulsen la paridad. Destaca igualmente el trabajo de organizaciones no gubernamentales lideradas por mujeres que luchan por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y la no discriminación.42 No obstante, los objetivos de igualdad no se han alcanzado. La tasa de escolarización de las niñas es todavía muy inferior respecto al de los niños, sobre todo en zonas rurales, y la falta de formación hace más difícil la incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Para algunas mujeres el acceso al trabajo está sometido a la autorización del marido. También encontramos desigualdades de índole cultural, fundamentalmente las relativas a toda forma de exclusión social preferentemente en zonas rurales donde los padres dan preferencia a la educación de los hijos varones frente a las hijas.

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