Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн

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También barrunto que G. P. –cronológicamente uno de los primeros alienistas– debió de informar en el caso del Príncipe Carlos, y que su informe, quizá con el de Basil –médico flamenco que hizo trepanar a D. Carlos, cuando este medio se desnucó al caer por las escaleras de Palacio– formaba parte del expediente abierto por Espinoza, siguiendo las órdenes de Felipe II; expediente archivado en Simancas, desaparecido de Simancas, y cuyos rastros mi olfato me llevaría a buscar en los antiguos Archivos Imperiales Privados (Secretos) de Viena. Si yo me dedicara a tales cosas.

Vea U. si hay motivos para que me interese el precitado gallego. Como infiero que a U. también le interesa, he hecho estas consideraciones, algunas de las cuales no creo encuentre en la bibliografía. Otros datos podrá encontrar en las Historias de la Medicina de Chinchilla y Hernández Morejón (que no tengo); en las «Abhand. z. Gesch. d. Med». de Max Neuburger; en los «Beitr». (¿) de Karl Sudhoff. Nada de esto tengo. Otros aspectos, no médicos, es probable los encuentre en el cajón de sastre de Cejador (en la London Library, si no se lo ha tragado el Blitz; un ejemplar, carísimo en Maggs) y en el estudio de Narciso Alonso Cortés. Si no recuerdo mal algo publicó la Junta, el Centro de Estudios Históricos, o alguna de esas Instituciones Norteamericanas de Investigaciones Hispánicas. No recuerdo cual.

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