Читать книгу Obras Completas de Platón онлайн

760 страница из 839

PROTARCO. —Es muy cierto.

SÓCRATES. —Esas letras y esas imágenes, que antes hemos supuesto que se escribían y pintaban dentro de nosotros mismos, ¿solo tienen lugar respecto al pasado y al presente, y de ninguna manera respecto al porvenir?

PROTARCO. —De ninguna manera.

SÓCRATES. —¿Quieres decir que todo esto no es más que la esperanza con relación al porvenir, esperanza que nos alimenta toda la vida?

PROTARCO. —Sí, eso mismo.

SÓCRATES. —Ahora, además de lo que acaba de decirse, respóndeme a lo siguiente.

PROTARCO. —¿Qué?

SÓCRATES. —El hombre justo, piadoso y bueno en todos conceptos, ¿no es querido por los dioses?

PROTARCO. —Sin duda.

SÓCRATES. —¿No sucede todo lo contrario con el hombre injusto y malo?

PROTARCO. —Ciertamente.

SÓCRATES. —Todo hombre, como dijimos antes, está lleno de esperanzas.

PROTARCO. —¿Por qué no?

SÓCRATES. —Y lo que llamamos esperanzas son los razonamientos que cada uno se hace a sí mismo.

PROTARCO. —Sí.

SÓCRATES. —Y también las imágenes que se pintan en el alma; de manera que muchas veces se imagina tener gran cantidad de oro y con el oro placeres en abundancia. Más aún; se ve dentro de sí mismo, como si estuviera en el colmo de los goces.

Правообладателям