Читать книгу La escritura de la memoria. De los positivismos a los postmodernismos онлайн

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ssss1 Aunque lógicamente, la verdadera profesionalización de la historia no llegaría hasta bien entrado el siglo XIX, y esto en las naciones con mayor tradición historiográfica: Charles-Olivier Carbonell, La historiografía, México, 1993 (1981), pp. 104-125.

ssss1 Sobre este contexto historiográfico en Alemania, Otto G. Oexle, L’historisme en débat. De Nietzsche à Kantorowicz, París, 2001.

ssss1 Paul Viallaneix, «Jules Michelet», en André Burguière (dir.), Dictionnaire des sciences historiques, París, 1986, p. 462.

ssss1 Sobre el historiador suizo, M. Kitch, «Jacob Burckhardt: Romanticism and cultural history», en William Lamont (ed.), Historical Controversies and Historians, Londres, 1998, pp. 135-148.

ssss1 Georg G. Iggers, New Directions in European Historiography, Middletown, 1984 (1975), pp. 27-30.

ssss1 Sobre este proyecto, Robert Leroux, «Une encyclopédie historique: L’évolution de l’humanité», en Histoire et sociologie en France, París, 1998, pp. 141-149. La obra pretendía reunir a los autores más prestigiosos de cada período histórico, a fin de construir una historia universal, que se proponía ser «un espejo de la civilización mundial»: L. P. May, «Nécrologie Henri Berr (1863-1954)», Revue Historique, 213-214 (1955), p. 202.

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