Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн

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Para acabar, es preciso examinar las pautas y los cambios producidos en las mercedes y, sobre todo, en los juros situados en la renta de la seda, así como el origen de dichas modificaciones y perpetuaciones en un periodo de larga duración y con documentación serial. Tengamos en cuenta que ya señaló Modesto Ulloa que desde el levantamiento morisco difícilmente se pagaron con regularidad y puntualidad los juros,ssss1 además de que sus intereses disminuyeron y parte de ellos se cambiaron a otras rentas más seguras. Por tanto, es necesario analizar en qué medida la deuda crónica pudo influir sobre la renta y si la situación se mantuvo o no durante el siglo XVII. Los juros, así, nos mostrarían el estado de salud de la renta de la seda.

En cuanto al estudio de la figura del arrendador, tenemos un conocimiento bastante completo, pero superficial, del registro de los diversos arrendadores, recaudadores, asentistas, receptores, tesoreros y administradores que se fueron sucediendo a lo largo de la Edad Moderna. Conocimiento suficiente para poder discernir las diversas etapas en que se dividió la renta según la procedencia dominante de aquellos. No obstante, las investigaciones deben incidir en su origen, su patrimonio y capacidad financiera, su círculo de fiadores, los lazos clientelares y su relación con las instituciones político-administrativas de todo ámbito (Corte, Consejo de Hacienda, Real Audiencia de Granada, oligarquías municipales, etc.) y con los sectores productivos dentro del propio reino granadino. También sería conveniente estudiar las luchas por el control de la renta, ya sea en la Corte, ya sea en el Reino de Granada.

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