Читать книгу El cielo Ideal онлайн
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las palabras, se llenará de vacío su alma o lo que llaman su alma o su
corazón se llenará de hojas. No podemos saberlo. Si tan solo creyéramos
todavía un poco en las palabras. Es así como la madre despierta y ya
no hay tejido y si mira por la ventana ha empezado recién a lloviznar.
Penélope invadida por una tristeza que contrasta visiblemente con
la alegría de los gatos. Se ha despertado y ha descubierto el vacío. Ha
despertado al vacío. Lo que era leve llovizna es ahora tormenta. Las
sábanas que ayer abrazaban su cuerpo y que ahora cuelgan del cordel
en el patio se mojan. Pero tampoco hay amargura en esto. Nadie o nada
que cuelga a esta hora llora lentas lágrimas sucias. No es todavía tema
la pasión en este tejido, en estos palillos míos o en los de ella. Así que
empieza otra vez la tarea. La tarea de tejer la realidad. Pero la mujer ya
no cree en las palabras
La sábana
Soy la sábana mecida por el viento
La sábana que anoche abrazó tu cuerpo
Sueño que el viento es tu cuerpo