Читать книгу Apuntes de Historia de la Iglesia 6. Edad Contemporánea - Siglo XX онлайн

114 страница из 206

Multitudes de rurales empobrecidos marchan entonces hacia Moscú a protestar, y se les suman cosacos y otros campesinos del Sur, libres, pero temerosos de que en cualquier momento se les convierta también en siervos. Aquel abigarrado ejército llegó casi hasta las puertas de Moscú dirigido por el boyardo cosaco Bolotnikov.

A las luchas internas se sumaron las depredaciones de suecos, polacos y cosacos. Por el hambre, las epidemias y las tremendas crueldades de los ejércitos invasores, se calcula que en aquella época de las perturbaciones mueren dos millones y medio de personas; algo más de un cuarto del total de la población rusa. Cuando parecía que el Estado ruso se sumía en el caos, con Moscú ocupada por tropas polacas, surge la reacción nacional: un ejército ruso en el que figuran grandes nobles y míseros cosacos acaba con la ocupación, y poco después una Asamblea o Sobor elige zar a Miguel III (1613-45), iniciador de la nueva dinastía de los Romanov.

La pasada tremenda experiencia de las perturbaciones, que han dejado al país devastado, mueve a los divididos clanes de la nobleza boyarda a procurar conciliaciones que redundarán en bien de la reconstrucción del país. Crecen la población y la economía. Nuevas tierras son colonizadas en Siberia y en el Sur. Mejoran en gran manera las defensas del país ante el peligro de las invasiones tártaras; sobre todo tras la incorporación al Rus de los cosacos del Don, que serán firme valladar frente a los intentos turcos de invasión128.

Правообладателям