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De esta forma se van repitiendo las historias en muchos clubes de la Argentina. Divisiones un poco ideológicas, un poco sociales, un poco barriales, dando nacimiento a otros.

Los ingleses, que ingresaron el fútbol a este país, lo fueron distribuyendo, a lo largo y ancho del territorio, con el tendido de la red ferroviaria. El tren llevaba consigo este deporte a cada pueblo de la Argentina.

En Urdinarrain, la historia tiene muchas similitudes, pero quizás es sumamente importante dividir el nacimiento de la práctica del fútbol, con la institucionalización de la actividad.

Cuentan los historiadores que a Urdinarrain el fútbol también llegó con el ferrocarril. Los obreros golondrinas que arribaban en mayoría a través del tren a Casa Goldaracena (hoy salón Asociación Argentina de Ascendientes Alemanes [AAAA]), ubicado en bulevar 25 de Mayo y vías del ferrocarril, y que variaban en número según las épocas o temporadas, fueron los primeros en llevarlo a la práctica durante muchísimo tiempo.

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