Читать книгу Desarrollo urbano sostenible y economía circular en perspectiva jurídica онлайн

15 страница из 65

De esta manera, y a pesar de que ni en los planes de acción comunitarios ni en la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) se describen vínculos específicos entre esta y el Desarrollo Urbano Sostenible, las relaciones entre ambos fenómenos son evidentes. Al margen de los ODS a los que ya nos hemos referido, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) publicó en el año 2017 la Declaración de Sevilla: El compromiso de las ciudades por la economía circular. Con este documento, suscrito por más de 200 entidades locales, los municipios y provincias firmantes se comprometían a promover un modelo de desarrollo urbano sostenible, incrementar los esfuerzos para reducir los impactos ambientales y climáticos, así como a desarrollar estrategias locales para la economía circular, favoreciendo la concienciación de la ciudadanía y potenciando la investigación y la colaboración público-privada, lo que pone en relieve los lazos entre los conceptos a los que nos venimos refiriendo.

En el mismo sentido, la Agenda Urbana Española recoge entre sus diez objetivos estratégicos: “Hacer una gestión sostenible de los recursos y favorecer la economía circular” (Objetivo estratégico 4), que incluye cuatro objetivos específicos: 1) Ser más eficiente energéticamente y ahorrar energía; 2) Optimizar y reducir el consumo de agua; 3) Fomentar el ciclo de los materiales, y 4) Reducir los residuos y favorecer su reciclaje. Estos objetivos están conectados con los ODS N.°6 (Agua limpia y saneamiento), 7 (Energía asequible y no contaminante), y especialmente, 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y 12 (Producción y consumo sostenibles), a los que ya nos hemos referido y que evidencian la conexión entre la Economía Circular y el Desarrollo Urbano Sostenible. Igualmente, esta conexión está presente en el denominado “Acervo Urbano”, constituido entre otros hitos por la Carta de Leipzing (2007), la Declaración de Marsella (2008), la Declaración de Riga (2015) y, especialmente, el Pacto de Ámsterdam (2016), a partir del que se pone en marcha la Agenda Urbana de la Unión Europea, en la que la economía circular se incluye como una de las prioridades para alcanzar ciudades inteligentes, sostenibles e inclusivas.

Правообладателям