Читать книгу Una arquitecta del cambio social desde el activismo y las políticas públicas. Testimonios de rutas compartidas con Isabel Martínez Lozano онлайн
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Simon de Beauvoir
Mientras escribo estas líneas, me viene a la cabeza un bonito recuerdo de hace ya algunos años. En una visita de amigas a la Granja de san Ildefonso, Isabel Martínez, redescubría a Isabel de Farnesio. Aquella tarde, entre colecciones pictóricas y visitas a palacios todos ellos símbolo de nuestra historia, Isabel mostró una vez más, su interés intelectual y su reivindicación de la historia de las mujeres tan silenciada en todos los ámbitos. Así pues, reivindicó a su tocaya como una figura, poco conocida en comparación a otras, y para ella de mucho mayor interés. Isabel de Farnesio se considera todavía hoy “una mujer con un fuerte carácter y una personalidad autoritaria que le otorgó una gran influencia en la Corte de la época. Al ser ambiciosa, disfrutaría del ejercicio del Poder Real, por lo mismo tuvo muchos opositores y enemigos, siendo temida por muchos miembros de la Corte.”ssss1 Sea como fuere, lo cierto es que esta descripción, o una similar se suele atribuir a las mujeres líderes. Lo que a un liderazgo masculino se califica como valiente, audaz, con las cosas claras, y seguro de sí mismo, se interpreta en femenino de una forma muy distinta, y los mismos valores se ven como ambición desmedida, fuerte carácter, e incluso histeria. Así era Isabel de Farnesio, una esposa de rey (Enrique V) que ejerció de reina, logró reunir importantes colecciones de arte, y su política estuvo orientada a recuperar para la monarquía española los territorios italianos perdidos por el tratado de Utrecht. Una mujer relevante, en cualquier caso, no siempre adecuadamente tratada por la historia, como tantas mujeres en el ámbito de la filosofía, la ciencia, la economía, la política y que este año acertadamente algunas de ellas han sido rescatadas de la historia por la campaña #nomorematildasssss1 que pretende poner el acento en las mujeres científicas relevantes, silenciadas a lo largo los años, desconocidas y ensombrecidas por sus compañeros varones. Una iniciativa similar se puso en marcha hace 17 años; “ellas crean”, un festival cultural nacido para poner en valor la creatividad de las mujeres con motivo del 8 de marzo al que tantas veces asistí con Isabel.