Читать книгу Murales no albergados. Museo a Cielo Abierto de Valparaíso онлайн

2 страница из 45

Esta inédita propuesta surgió a partir de tres objetivos. El primero fue continuar un proyecto que quedó detenido durante la dictadura. Como revisaré en el capítulo primero, entre los años 1969 y 1973 Francisco Méndez desarrolló, al alero de la UCV, un Taller de Murales en donde salía con sus estudiantes a intervenir los muros de la ciudad. El segundo objetivo fue ofrecer un regalo, entendido como un ofrecimiento artístico, para Valparaíso. Para ello se proyectó la experiencia muralista previa, esta vez reformulada en el nuevo contexto del retorno a la democracia. Como tercer objetivo, a los participantes les interesaba plantear una relación entre la pintura y el particular paisaje natural y urbano porteño, siendo el hilo conductor fundamental de la propuesta.

Para cumplir estos objetivos, en 1991 Méndez invitó a un amplio espectro de artistas a enviar bocetos. Finalmente, se incorporaron veintiuna obras, de autoría de Mario Carreño, Gracia Barrios, Eduardo Pérez, Matilde Pérez, Eduardo Vilches, María Martner, Ricardo Yrarrázaval, Rodolfo Opazo, Roberto Matta, Ramón Vergara Grez, Mario Toral, Roser Bru, Sergio Montecino, Nemesio Antúnez, José Balmes, Guillermo Núñez, Augusto Barcia y el propio Francisco Méndez. La diversidad estilística de los participantes y de sus trabajos conforman una muestra que puede ser considerada una síntesis de la pintura chilena de mediados del siglo XX. Imposible de agrupar en una sola definición, el carácter del MaCA se fue gestando no a partir de los artistas que la componían, sino del sentido que los agrupaba, pues el aspecto individual de la obra quedó relegado a un segundo plano.

Правообладателям