Читать книгу Murales no albergados. Museo a Cielo Abierto de Valparaíso онлайн

5 страница из 45

Sugiero que el Museo a Cielo Abierto, además, es parte de una problemática mayor en la trayectoria pictórica de Francisco Méndez, en cuanto constituye uno de los múltiples ejercicios que realizó basándose en una experimentación en torno al soporte. Como demostraré en el capítulo cuarto, la radicalidad de la propuesta no se basa únicamente en la participación, sino que también en el medio empleado en estos ejercicios pictóricos. Por lo mismo, propongo el concepto murales no albergados, parafraseando el concepto de pintura no albergada3 desarrollado por el artista.

Como ya adelanté, el museo tuvo su punto de partida en el Taller de Murales liderado por Méndez entre 1969 y 1973, cuyos fundamentos fueron modificados considerando el contexto nacional de principios de los noventa. En términos artísticos, esta renovación se realizó a partir de dos cambios.

El primero fue la inclusión de un importante grupo de pintores. El Taller de Murales se inició solo con obras de Francisco Méndez y luego de tres años de funcionamiento se agregaron obras de los pintores y grabadores Eduardo Pérez, Eduardo Vilches y Nemesio Antúnez. El MaCA, en cambio, tuvo como base inicial la extensa invitación que hizo Méndez –gracias a los contactos realizados por su amigo Antúnez, en ese entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes– a un amplio grupo de artistas nacionales y extranjeros residentes en el país.

Правообладателям