Читать книгу Un viaje en el tiempo онлайн

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Soldados enemigos. El jinete se agacha aun más sobre el cuello del caballo. Siente cómo las crines le golpean el rostro azotado por el viento y espolea de nuevo a la bestia, que acelera. El enemigo, en un caballo fresco, se acerca vertiginosamente. Viendo su única posibilidad de escapar, el hombre se desvía del camino, sintiendo el golpe de las ramas de los árboles en su cara. El caballo de su perseguidor se desliza en un estanque y, con un relincho y un resoplido, abandona la persecución.

De vuelta en el camino, el hombre entra al galope en la ciudad de ­Med­ford y golpea la puerta de un capitán colonial. Entre sus cortas y agotadas respiraciones, balbucea: “¡Los regulares están saliendo!” Vuelve a montar en su corcel y, al galope, atraviesa varias ciudades y grita su advertencia: “¡Vienen los británicos! ¡Vienen los británicos!”

El mensajero de medianoche comienza la última etapa de su desesperada misión: llegar a Concord y advertir del inminente ataque británico. De repente, cuatro soldados británicos a caballo llegan a toda velocidad y lo rodean. Un comandante le pone una pistola en la cabeza, y exige saber quién es y qué está haciendo; y mirándolo a los ojos, Paul Revere le responde con valentía.

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