Читать книгу Un mensaje de @Dios para ti. Lecturas devocionales para jóvenes онлайн
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—¡Todo el mundo abajo! —gritó uno de ellos—. ¡Documento en mano! —fue la siguiente orden.
Nos colocaron en fila y de inmediato otros uniformados iniciaron el proceso de revisión de los documentos. Quienes pasaban la «prueba» eran regresados al autobús.
Todos regresaron, excepto yo. Se llevaron mi documento para una revisión más rigurosa. El uniformado a mi lado me dijo:
—Muchacho, estás en serios problemas, tu nombre aparece en la lista negra.
Con eso se refería a la lista de personas buscadas por el Gobierno. Le ordenaron al conductor del autobús que se marchara, así que echó a andar el motor. Mi amigo bajó corriendo y preguntó:
—¿Qué pasa con él? No me puedo ir si no va conmigo.
—¡Cállese y súbase! —le gritó uno de aquellos hombres.
El vehículo comenzó a andar y a través de las ventanillas pude ver la angustia y la tristeza de mi amigo. De repente, otro uniformado llegó corriendo y gritó:
—¡Está limpio!, ¡esta limpio!, mi comandante ordena que lo dejen ir.
Llegó al lado de la persona que me custodiaba, le mostró algo en la pantalla del aparato satelital, verificó con mi cédula y mirándome a los ojos dijo: