Читать книгу Un mensaje de @Dios para ti. Lecturas devocionales para jóvenes онлайн

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Se cuenta que en cierta ocasión una pobre mujer demandaba del sultán de Turquía una indemnización por la pérdida de su propiedad.

—¿Cómo la perdiste?

—Me dormí, y los ladrones vinieron y me robaron.

—Pero ¿por qué te dormiste? —le preguntó el sultán.

—Me dormí porque creí que su majestad estaba despierto.

Al sultán le agradó aquella respuesta y la confianza que expresaba en su gobierno y ordenó que se le pagase lo que había perdido.

Esta anécdota expresa lo que esperamos como ciudadanos de un buen gobierno: que vele por los intereses de los ciudadanos y que proporcione la seguridad necesaria para que podamos circular en paz y trabajar para proveer para nosotros mismos y nuestras familias. Lamentablemente, si vives en el mimo mundo que yo sabrás que no siempre se logra este objetivo. Los asaltos y la inseguridad están a la orden del día. Incluso si donde vives no hay una alta tasa de criminalidad, la especulación y volatilidad del mercado pueden arruinar tu cuenta de ahorros en segundos. Pero en el gobierno de Dios no sucede así. Él nunca duerme, siempre al control de la situación.

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