Читать книгу Un mensaje de @Dios para ti. Lecturas devocionales para jóvenes онлайн
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Adriana Vega Forero se inscribió para presentar los exámenes de admisión en la Universidad Nacional, programados para los días 29 de abril o 21 de octubre, ambos sábados. Como ella es adventista, presentó ante el departamento de admisiones una petición escrita, donde explicó que «es miembro fiel y activo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día», y solicitando la oportunidad de presentar el examen un día diferente al sábado, o por lo menos en un horario diferente, pues «guardamos y consagramos el día sábado a la adoración del Señor desde la puesta del sol del día viernes hasta la puesta del sol del sábado, en conformidad con el mandato bíblico».
La universidad rechazó la petición. Así que Adriana y su familia decidieron llevar la batalla a las cortes de aquel país. Dado que ella era menor de edad tuvo que recurrir a un proceso que en aquel país se llama «tutela». No obstante, el fallo fue adverso, ya que el tribunal juzgó que «resulta improcedente la tutela teniendo en cuenta que el padre de la accionante funge como agente oficioso de su hija quien está en capacidad física y mental de acudir por sí misma en defensa de sus derechos fundamentales». En vista del resultado, la familia decidió apelar, argumentando que la ley establece que los padres ejercen la patria potestad y representación legal sobre sus hijos hasta que ellos lleguen a la mayoría de edad, siempre y cuando no se hayan emancipado ni suspendido tales facultades.