Читать книгу Un mensaje de @Dios para ti. Lecturas devocionales para jóvenes онлайн

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Hace un tiempo que leí un libro titulado ¿Por qué a la gente buena le ocurren cosas malas? Asa es precisamente una de esas personas buenas a las que uno esperaría que no le ocurrieran cosas malas. Había hecho siempre lo recto ante los ojos de Dios, derribó los dioses paganos, guio al pueblo hacia Dios, obedeció los mandamientos, fortaleció las ciudades fortificadas y reunió un ejercito de 380,000 soldados.

Cuando estás haciendo las cosas bien, esperas que todo te salga bien. Pero nota cómo se puede pasar de la alegría a la tristeza en tan solo instantes: «Zera el cusita marchó contra ellos al frente de un ejército de un millón de soldados y trescientos carros de guerra» (2 Crón. 14: 9, NVI). El ejército enemigo lo sobrepasaba en número, en tecnología, velocidad y poder con las armas de destrucción más modernas del planeta en el año 900 a.C. Sin temor a equivocarme puedo decirte que aquella hubiese sido una de las masacres más grandes de la historia.

Probablemente Asa sintió lo mismo que experimenta una persona cuando se sienta delante del médico para que le dé los resultados de un examen y lo escucha decir: «Tienes seis arterias obstruidas en el corazón», o «tienes sida», o «tienes un tumor cerebral». O quizás es la misma sensación que cuando tu novio o novia te dice: «No podemos seguir juntos, ya no te quiero». O cuando te dicen: «Estás despedido». ¿Qué podemos hacer en esos casos? ¡Lo mismo que hizo Asa! Él invocó al Señor. Oró. Confió en Dios y, como resultado, obtuvo la victoria.

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