Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн
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Cuando el Arcángel Rafael se hace presente en mí y comienza el proceso de traducción de las imágenes y símbolos a palabras escritas, mi voluntad es fundida en una sola voluntad con Él. Somos una misma y única voluntad. No hay un tú y un yo. Y, sin embargo, aún en esa unidad existe la consciencia de que yo soy yo, y Él es Él. Dos personas, una misma voluntad, una misma consciencia de ser, un único propósito santo. La mente pensante queda silenciada en esta absorción de mi ser en el Ser de todo ser verdadero, el cual compartimos como una unidad. Mi consciencia y la suya se hacen una. Lo que la voluntad una dice que se haga, se hace. No existe distancia entre el hágase y su efecto. El resto de mi humanidad responde con docilidad. No hay resistencia. Solo existe un fluir de palabras que vienen desde la Mente de Cristo, como si se tratara de un manantial que fluye desde la cima de un monte. Este torrente de gracia hecho palabra es el que mueve las manos con una velocidad y precisión que superan ampliamente a las que se experimentan en lo que podría denominarse como escritura ordinaria. El alma queda extasiada de amor y con un único deseo, el de permanecer por siempre fundida a su Cristo amado, ser de su ser y de todo ser verdadero.