Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн

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Si supieras con cuantas ansias la creación espera tu expresión particular del amor de Dios, te apresurarías a reconocer el milagro viviente que eres y la santidad que vive en ti. Los ángeles esperan expectantes, revolotean ya en el cielo y te rodean por todas partes batiendo sus alas de alegría, volando el majestuoso vuelo de la luz de Cristo. Vienen llegando de todas las dimensiones. Vienen reuniéndose en torno a ti. Vienen para ver la obra de Dios. Llegan de todos los universos angélicos para contemplar las maravillas del hijo de Dios. Vienen a alabar al creador por haberlos bendecido con la gracia de la expresión de tu ser.

¡Oh, hijos del cielo! ¡Creaciones santas! Si conocierais la belleza que sois, y cuánta alegría experimenta vuestra alma al compartirla, vivirías felices desde ahora y para siempre. No existe hermosura más hermosa que la santidad. Esa que os ha sido regalada por puro amor divino, cuando fuisteis creados. Esa que nada, ni nadie podrá mancillar jamás.

¡Oh, luz divina de vuestro ser santo! Hijos míos. Vosotros que me habéis elegido, porque yo os elegí primero. Dejad que vuestra luz ilumine todo. Comenzad a refulgir desde ahora mismo para que el mundo sea cada vez más luminoso. Recordad que esa luz no procede del mundo sino del cielo. Llevad siempre presentes que permitiendo que el sol de vuestras almas puras ilumine todo, es como creáis el cielo en la tierra. Dentro de la luz de la santidad, creáis un nuevo mundo basado en el amor.

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