Читать книгу Buscadora espiritual. Logra que tu espíritu tome el control de tu vida онлайн

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El cuerpo tiene cinco órganos –correspondientes a los cinco sentidos– que le permiten al ser humano comunicarse con el mundo físico e interactuar con él. Los cinco sentidos son: tacto, olfato, oído, gusto y vista.

Tanto el espíritu como el alma y el cuerpo nos envían mensajes a diario, constantemente. Somos nosotros, por nuestra libertad, los que decidimos quién o qué nos va a guiar.

El alma se comunica tanto con el espíritu como con el cuerpo, es la intermediaria, y puede decidir por quién quiere ser guiada.

El lugar donde reside Zoe


Como ya mencionamos, de los tres componentes que forman nuestro ser, el espíritu es el más elevado –porque puede comunicarse con Zoe– y el cuerpo, el de menor rango, ya que recibe la influencia del espíritu y del alma. El alma es el eslabón que los une para que trabajen en conjunto. El cuerpo es la certeza del alma, mientras que el alma es la certeza del espíritu.

El alma decide a quién va a escuchar, según la parte más primitiva –el cuerpo y sus sentidos– o la parte más elevada –el espíritu–. Y, a la vez, el alma va a tomar esas decisiones con su voluntad y con su libertad. Por ejemplo, supongamos que tengo que decidir si continúo o no con una relación de pareja. Puedo decidir desde el alma, desde la razón, desde la emoción, con lo cual, si un día estoy bien, decidiré una cosa, si estoy mal, decidiré algo muy distinto o, tal vez, por distintos altibajos emocionales podría cambiar de opinión en el mismo día. Pero también puedo meterme en el espíritu, buscar la respuesta allí y dejar que Zoe me vaya guiando y me conduzca a ese ámbito del espíritu en el que predomina la paz y la sabiduría.

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