Читать книгу Construyendo la buena suerte. Una propuesta para alcanzar el éxito y la felicidad онлайн
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Estos pesimistas contribuyen justamente a atraer la Mala Suerte sobre sus cabezas al afirmar en cualquier ocasión en voz alta, que no los sorprenden los obstáculos, que ningún incidente los asombra, que han hecho una costumbre del fracaso, que son víctimas predestinadas y resignadas de la desgracia.
Esto es lo peor que cada uno de nosotros puede hacer, sea cual sea la suerte que tengamos en el presente. Ante una racha de Mala Suerte tenemos que dejar de pensar en ella, no invocarla, no “cebarnos” emocionalmente por sus consecuencias. Porque siempre, de una manera u otra, podemos mejorarla.
Si uno no tiene músculos, habrá que conseguirlos por medio de una gimnasia apropiada. Si se tiene la nariz torcida, la cirugía estética lo remediará. La constancia puede a veces reemplazar al talento, una estricta higiene compensar la mala salud. En fin, en casi todos los dominios el hombre puede tratar de mejorar: sólo tendrá que elegir entre diversos métodos, disciplinas, ascesis, tratamientos, ejercicios, trucos de todas clases, que deben permitirle compensar de alguna manera su hándicap de nacimiento.