Читать книгу Gladys Liliana Rodríguez. Gladiadora Xeneize (1989/1998) онлайн

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PREFACIO

Históricamente, la inclusión de la mujer en los deportes estuvo marcada por la lucha. Una lucha librada contra una sociedad que consideraba que las mujeres eran más débiles que los hombres y por lo tanto indignas de practicar cualquier deporte. Ya que requerían no sólo de destreza sino de una fuerza física que las mujeres no poseían, según ellos. La mujer no tenía lugar en un mundo en el que el hombre se consideraba así mismo como el ideal del deportista.

Uno de los ejemplos más claros de esta discriminación por el género se dio en el Maratón de Boston de 1967, donde Kathrine Switzer debió anotarse como KV Switzer para burlar la prohibición de participar que recaía sobre las mujeres y debiendo aguantar además los empujones de hombres del público que al reconocerla tocados en su orgullo masculino quisieron sacarla de la carrera, “acabaré esta prueba, aunque sea a cuatro patas, porque nadie cree que soy capaz de hacerlo”. Ésa fue la frase con la que Kathrine respondió ante los ataques y hoy bien puede ser tomada como símbolo de lucha por la igualdad de género en el deporte.

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