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La hoja en blanco, folio 72, tiene antiguos agujeros para coser que muestran un tipo y ubicación similar a aquellos de los folios i-ii, que difieren de las posiciones de la encuadernación del siglo XVII. A pesar de que lleva una marca de agua diferente, el folio 72 probablemente data de la misma época que los folios i-ii y cumplió la misma función, como una hoja de guarda al final del Códice mendocino (que ahora sirve como un espacio en blanco que separa el Códice mendocino de la segunda parte del volumen). Originalmente, estaba colocada más profundamente en la costura, con una lengüeta bastante amplia que, tal vez, estaba plegada alrededor o dentro del Cuadernillo VIII; el área de su antiguo pliegue contiene trazas de decoloración que podrían indicar que en algún momento estuvo alineada en la parte externa con un pliegue de papel de reparación, aunque ahora no queda nada de esto.

Gráfico 17. Cuadernillo VIII [cont.]


Llama la atención que la firma del cuadernillo del siglo XVII, propiamente “8” en la secuencia, no es visible en la parte superior derecha del folio 66r (hay un posible borrado en lo que sería el mismo lugar, pero la luz ultravioleta no muestra nada). Su ausencia —o posterior borrado, si alguna vez estuvo presente— podría implicar que en ese sistema estas hojas finales fueron consideradas como parte del cuadernillo anterior (Cuadernillo VII). De ser así, esto podría sugerir que el encuadernador del siglo XVII se las habría ingeniado para poner estas hojas juntas, a fin de elaborar un cuadernillo grande con los folios 56-65 + 66-71 + ¿72? Dada la artificialidad de tal estructura (no se intentó un gráfico), esto podría ser posible incluso con dos conjuntos de hilos, tal como se muestra ahora entre los folios 60-61 y 67-68. Sin embargo, es peligroso confiar demasiado en evidencia negativa de una firma de cuadernillo faltante.

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