Читать книгу El Ranchero Se Casa Por Conveniencia. La Bonita Historia De Un Matrimonio De Conveniencia онлайн
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Los tres años siguientes a la jubilación de sus padres, Brenda lo había hecho todo por sí sola y, aun así, en ese tiempo había logrado aumentar la productividad del rancho de tal modo que había incrementado el rebaño y con ello la carga de trabajo y la necesidad de mano de obra para ayudarla.
Con estos ayudantes tan lamentables, bien podría valérselas por sí misma. Manuel se negaba a aceptar su forma de hacer las cosas, prefiriendo seguir el procedimiento tradicional. Los otros tres lo seguían, incluso siendo ella la que firmaba sus nóminas.
—Quizás deberías volver a casa —dijo Manuel— a curarte la herida. Trabajar aquí es peligroso.
Paró antes de finalizar la frase con un «para una mujer». Por lo menos hoy había aprendido algo.
Todo esto había surgido cuando ella sugirió utilizar azúcar, además del cereal, para acorralar al nuevo toro que acababa de comprar, y poder así marcarlo. El azúcar ayudaría a calmarlo, pero era una nueva forma de hacer las cosas y Manuel se había opuesto. Luego el toro se puso a dar coces.